domingo, 4 de diciembre de 2011

Fui gota de lluvia


De repente abro los ojos y agudizo los sentidos. Consigo captar el delicado olor a humedad y el goteo de la lluvia en mi ventana.
Me incorporo y descalza, avanzo por el pasillo, el suelo está frío y mis dedos se estremecen.
Abro la puerta con cautela, una bocanada  de aire gélido me abraza y me acompaña al tejado. El cielo está oscuro y las pesadillas de la gente empiezan a penetrar sus mentes.
Sentada en mi rincón comienzo a sentir como las gotitas de lluvia se desplazan por mi cara, juegan a deslizarse por mi pelo y pestañas y consiguen arrancarme una sonrisa.
Cierro los ojos y dejo mi mente en blanco, escucho detenidamente el choque de las lágrimas celestiales en el suelo. Miles de pequeños suicidios, almas cristalinas que nacen, caen, mueren y se evaporan preparándose para un nuevo despertar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario