domingo, 22 de mayo de 2011

Un mundo

 Te observo y todo se detiene.
Las agujas del reloj dejan de moverse y los minutos se convierten en ceniza. El mundo deja de girar y la noche se vuelve eterna. La lluvia cesa y las plantas marchitan. Nubes se acumulan en el cielo y tiñen los cielos más claros y los sumergen en una intensa oscuridad.
Se acaba el mundo, los planetas echan a correr y salen del sistema solar, los cuerdos se vuelven locos, los marineros salen a la mar en un barco sin timón, las heridas vuelven a abrirse, la verdad se disfraza de mentira, los corazones dejan de latir, el pintor destruye su lienzo, el cielo comienza a caer, los recuerdos desaparecen y todo es olvido, el suelo se agrieta y se parte, cielo e infierno se fusionan, el bien y el mal dejan de existir, el dolor se vuelve dulce.
Y yo sigo observándote.
Que se derrumbe todo lo que está a mi alrededor y que el mundo se destruya, yo me quedo con el mundo que hay encerrado en su mirada, un completo universo y dos soles en un cielo blanco e impoluto.

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