sábado, 28 de mayo de 2011

Último asalto.

Llega el último asalto, ambas con cardenales y arañazos causados por los minutos, minutos que pasan despacio, lentamente,  como queriéndose quedar a ver el último golpe.
Ideas de abandonar ese jodido juego invaden tu cabeza, te encuentras en un aprieto, estás noqueada en la esquina del ring, recibes numerosos golpes e intentas a duras penas protegerte.
¡Abandona! ¡Tira la toalla! Gritan voces en mis tímpanos. Necesito un tiempo muerto estoy exhausta, pero necesito aguantar.
Avanzo hacia mi contrincante y consigo darle un golpe en el estómago, pero de nada sirve. En este juego no suena ninguna campana que indique descanso, no puedes guardarte cartas en la manga, ni utilizar tu último peón ni un comodín. La suerte te regala una serie de oportunidades, en tus manos está aprovecharlas o no. Yo las estoy perdiendo todas, se desprenden de mis dedos como las últimas hojas secas de un pobre árbol.
¿Abandonar o luchar?.
Cierro los ojos y respiro. Separo los brazos, aprieto fuertemente los puños.
Las últimas gotas de sudor comienzan a derramarse por mi frente, gastaré el poco aliento que me queda en un último golpe, mi última oportunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario