lunes, 27 de febrero de 2012

Su mirada


Una noche más sus ojos invaden mi cabeza. Sus dos grandes ojos claros. Siento como el océano de sus pupilas me ahoga y me sumerge en un mar de paz y sosiego. Siento como una vez más me pierdo en sus laberintos interminables, como en cada esquina encuentro un abrazo y al caer rendida al no encontrar salida me tiende la mano y me saca una sonrisa.
Una noche más sus ojos invaden mi cabeza… Y sientes. Sí, sientes y ¿qué es lo que sientes? Ese sentimiento aún no ha recibido nombre. Se ha sentido pero nunca se ha descrito, pero sé que es el despertar por la mañana, que un rayo de sol te acaricie las mejillas y que la brisa te cante. Que es una película de amor que te emociona, te regala esperanza, te ofrece miles de fantasías. Que es una noche en la playa, el olor a sal. Que es el sonido de las olas. Es la marea alta y la espuma en los pies. Que es un día de verano en el tejado observando las nubes en el cielo azul… Azul, como lo es su mirada clara y sus ojos profundos.
Su mirada es tranquilidad, calma. Es mesura, equilibrio.  
Su mirada son esas sonrisas que se escapan entre los besos de dos amantes apasionados.
Su mirada es una flor que destaca, una nota musical que sobresale, un solo de guitarra.
Su mirada es el último aliento al llegar a la meta, el último bocado de un pastel muy dulce.
¿Cómo ponerle nombre a ese sentimiento? No… No se puede.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Confundes y te vas

Como poesía que se desvanece entre mis dedos te vas. Como letras de canciones que un día memoricé y que hoy he olvidado, te vas. Como suspiros asustadizos que huyen de unos labios mortíferos, te vas. Como el sol que se esconde de la temible tormenta, te vas. Como desesperanza que embriaga un corazón apasionado, confundes. Como niebla en la noche, confundes.

Es así, me confundes y te vas. Sin dejarme nada, tan solo desconcierto.